viernes, 30 de marzo de 2012

Calles llenas de dignidad

Millones y millones según los sindicatos; unos pocos cientos de miles según la Policía; Toxo, Cándido Méndez, y algunos de sus familiares según Intereconomía. Pues sí, estas son las cifras que se nos presentan después de la huelga general del 29 de marzo, tiene guasa la cosa. Cada vez que se convoca una jornada de estas características tenemos que hacer un ejercicio de credibilidad e intuición para hacernos una idea de la repercusión que tuvo la misma. Por suerte, las redes sociales (quién ayer estuviera pegado a Twitter sabrá de lo que hablo) nos van facilitando el camino y, junto con las cientos de imágenes que pudimos observar de las distintas manifestaciones, podemos estimar el éxito o no de la huelga.


Si uno tiene mucho interés en saber si los españoles han salido a la calle puede aprovechar lo poco o mucho que ha aprendido de inglés en Manchester, y leer la crónica de algún periódico británico que no tenga necesidad moral ni monetaria de tergiversar datos sobre España, como The Guardian. Y lo que he podido leer (y entender) es que ha tenido bastante más repercusión que las últimas dos, celebradas en 2010 y 2002.

Pues bien, una vez recopilados datos de todos los medios y redes sociales posibles he llegado a la conclusión de que los españoles han salido efectivamente a la calle a protestar por lo que entienden supondrá una merma intolerable de sus derechos. Hace no mucho expresé mi opinión sobre la reforma laboral en otro artículo del blog, que resumiendo viene a ser: no va a propiciar una reducción del número de parados y, si lograra producir empleo, éste será totalmente precario. Es más, creo que la única finalidad de las medidas aprobadas son facilitar el despido y colocar a los trabajadores en una situación de total sumisión ante los empresarios. Y por lo visto hoy, esta conclusión no es sólo mía, sino que es compartida por millones de españoles. Menos mal!

Pero no pretendo aquí hablar acerca de si millones de españoles piensan lo mismo que yo sobre la reforma, ni siquiera aventurar nada sobre su conveniencia (el tiempo da y quita razones). Hoy quiero comentar ciertos pensamientos que he ido leyendo y escuchando a lo largo del día y que, sinceramente, me sorprenden y me preocupan a partes iguales. Empecemos.

En primer lugar, he podido comprobar la animadversión creciente de ciertos sectores de la sociedad hacia los sindicatos. El problema es que no sólo proviene de sectores ultraderechistas reducidos, ni siquiera de asociaciones empresariales; proviene de una parte importante de la sociedad y, lo más preocupante, de muchos jóvenes que todavía no han empezado a trabajar. Puedo entender cierto rechazo hacia los dirigentes sindicales, hacia sus maneras, hacia su perpetuación al cargo,... Pero no puede entender ni compartir un rechazo frontal a la labor de los sindicatos. Alguno de los que hoy vociferaban en contra de estas asociaciones, ¿ conocen la importancia que éstas han tenido a la hora de lograr mejores condiciones para los trabajadores? ¿ Saben acaso quienes fueron los que lucharon para conseguir jornadas de 40 horas, vacaciones pagadas, un salario mínimo decente,...?
Habrán muchas cosas que se puedan mejorar, pero la organización sindical de los trabajadores es imprescindible, más aún en tiempos como los que estamos viviendo.

Podemos continuar con la afirmación más repetida hoy por los que estaban en contra de la convocatoria: “haciendo huelga no se levanta el país”. Buena reflexión. Pero para todos los que hayan utilizado hoy tan manida frase, les dejo la definición de huelga: “paro voluntario en el trabajo por parte de los trabajadores con el fin de obtener ciertas mejoras laborales”. Efectivamente, lo que se pretendía con el parón de hoy no era levantar el país, sino presionar al Gobierno para que no deje a los trabajadores en una situación de indefensión total ante el empresario (ni siquiera se reclamaban mejoras laborales). Otros no era tan tajantes y, siendo también totalmente contrarios a la reforma laboral, no compartían la convocatoria de la huelga, por entender que ésta no servía para nada. Ellos deberían saber que todos los derechos de los que ahora disfrutamos no han estado ahí siempre, sino que fueron conseguidos a través de movilizaciones, huelgas y lucha por nuestros padres y abuelos. Así que lo de hoy, sí puede servir para mucho.

Por otro lado, no me gusta nada la catalogación partidista que se hace a raíz de una huelga como la que hemos vivido. Por arte de magia, parece que los votantes de izquierda debían estar a favor y los de derecha en contra. Y es que, la política se ha convertido en una especie de competición donde los hooligans de cada ideología defienden los intereses de su partido y atacan radicalmente al contrario sin tan siquiera pararse un poco a pensar en lo que ocurre a su alrededor. Cuando de lo que estamos hablando es de una serie de medidas que cambiarán completamente la relación empresario-trabajador, poco importa quién convoque la huelga, quién está en el gobierno o a qué partido votaste en las últimas elecciones. De lo que deben ser conscientes los ciudadanos es de la importancia que tienen las decisiones y medidas que se tomen durante los próximos meses, y actuar de manera coherente con sus pensamientos, sin importar lo que diga el político tal o el medio de comunicación cual. 

Porque ese es otro de los asuntos que quiero comentar, los medios de comunicación españoles. Éstos han llegado a un nivel de indecencia tal que podemos encontrar el mismo día y a la misma hora, en el formato digital de dos medios diferentes, dos visiones de la realidad tan diferentes como éstas.
Si bien nos hemos acostumbrado ya a canalladas de este tipo, sigue siendo lamentable que un ciudadano tenga tan complicado informarse de manera imparcial en un país desarrollado en pleno siglo XXI. Y de esto tienen la culpa todos los medios, de la ideología que sean. Pero no todos son iguales y, aunque quizás lo que voy a exponer ahora tampoco sea nada imparcial, creo que medios de comunicación como Intereconomía, en todas sus vertientes, deberían ser directamente denunciados reclamando su disolución.

Por último, queda algo que me ha sorprendido enormemente, pero de manera muy grata, y es la acogida que ha tenido la huelga general por parte de los trabajadores. Soy honesto si digo que pensaba que no tendría mucho éxito, sobre todo viendo el miedo que se viene instaurando desde hace algún tiempo en la sociedad (a lo que va a contribuir más aún la reforma laboral) y que me hacía pensar que no serían mayoría los que se atrevieran a dejar su puesto de trabajo por temor a represalias por parte de sus jefes. Quizás ha sido así, pero entrada la tarde y sin temor a estas represalias, hemos podido observar las grandes ciudades repletas de españoles reclamando soluciones contra el paro que no dejen a los trabajadores en esa situación de subordinación total. Si datos oficiales del Gobierno estiman en 800.000 los reunidos en manifestaciones, imaginad cual puede ser la cifra real. Probablemente las medidas sigan adelante sin importar el apoyo o rechazo de los españoles, pero se ha dado un paso importante a la hora de dejar claro a los gobernantes que no tienen carta blanca para hacer y deshacer a su antojo.



Y aún más me ha alegrado saber que muchos amigos y conocidos, de mi misma edad, también han estado en esas manifestaciones reclamando los derechos que aún no les pertenecen, pues desgraciadamente no están trabajando. Pero han entendido, al igual que yo, que estas medidas no van a repercutir únicamente sobre nuestros padres. Ellos llevan toda la vida trabajando, no les quedan muchos años para la jubilación y, esperemos más pronto que tarde, no tendrán que soportar la pesada carga económica que les suponemos. Por tanto, las medidas que tome ahora el Gobierno probablemente les cojan ya de vuelta. En cambio a nosotros nos cogen de ida, incluso con el camino sin comenzar, y si todo nos sigue dando igual vamos a empezar ese camino con muchos más obstáculos de los que ya nos encontraríamos de por sí. Así que acabo dando las gracias a esos amigos que hoy estaban en la calle luchando por sus derechos, por lo de nuestros padres, y por lo míos también.

@Elfara_chico

miércoles, 28 de marzo de 2012

Vuelo sin motor

Hoy en día aún quedan leyendas del deporte vivas, y poco a poco se van forjando algunas nuevas. Si nos ponemos a buscar nombres propios de cada disciplina podemos encontrar algunos de cada una, pero siempre sobresaldrá alguno entre los demás. Y si nos centramos en el baloncesto, ¿qué otro nombre nos sobrevuela (nunca mejor dicho) la cabeza? Michael Jordan.

Si juegas al baloncesto y ganas, en la mejor liga del mundo, seis anillos con el mismo equipo, promedias 30.1 puntos por partido, recibes diez veces el  galardón de máximo anotador, cinco MVP de la temporada y seis MVP de las finales. ¿Quién se va a plantear discutirte el título de jugador de baloncesto más conocido del mundo? No sólo en ataque se prodigaba este jugador, también fue nombrado en nueve ocasión componente del mejor quinteto defensivo de la temporada. Y para terminar con la sucesión de galardones, líder en robos de balón durante tres años y un premio al mejor defensa de la temporada. Aún quedan muchos más títulos individuales logrado por Air Jordan, pero detengámonos aquí.

Marcó un antes y un después en el baloncesto americano, tanto en el juego (formó parte del Dream Team de la selección americana) como en la publicidad. En esta última faceta dio alas a Nike para convertirse en una de las marcas más importantes de nuestros tiempos. No todo el mundo lo vio jugar en directo o por televisión, yo puedo decir que vi un cuarto de uno de los muchos partidos que disputó, que para mi edad y afición al baloncesto es bastante. Era increíble verlo recorrer la cancha de un lado a otro, no sólo era un temible atacante si no que sus habilidades defensivas eran igual de efectivas (actualmente es el número dos en la historia del baloncesto americano en cuanto a robos de balón, con un total de 2.514). Era un escolta natural, pero podía intercambiar las posiciones de base o alero si era necesario. Esta versatilidad lo convirtió a él y a los Chicago Bulls de su época en leyendas. No hay que restar protagonismo a sus compañeros de aquellos años, pero creo que sin Jordan hubiera sido imposible alcanzar esos registros.

Admiro profundamente a este jugador, tanto dentro como fuera de los pabellones. Hay poco que reprocharle en su vida tanto profesional como en la privada, no como a otros deportistas “profesionales” que destacan más por sus escándalos que por otra cosa. Lo único en lo que pudo haberse equivocado o haber fallado fue sus retiradas del deporte profesional. La primera el 6 de Octubre de 1993 que le llevó a jugar al baseball sin pena ni gloria, volvió a la NBA en 1995. La segunda retirada se produjo el 13 de Enero de 1999 y regresó como jugador de los Washington Wizards el 25 de Septiembre de 2001. Cabe decir que después de la primera reaparición logró tres anillos de la NBA más, los de 1996, 1997 y 1998, por lo que puede que le viniera bien un pequeño descanso. Hablamos de un jugador en mayúsculas, por lo que no quiero criticar lo que hizo, tendría sus motivos, pero no soy partidario de estas cosas.

Un deportista total que dejó maravillados a millones de personas, el mismo se forjó un nombre en el salón de la fama del baloncesto para que nadie olvide jamás quién fue. Un jugador, probablemente irrepetible, que se ganó el afecto de espectadores, compañeros y rivales. Tanto es así que en su última retirada todos los pabellones en los que jugó tras el anuncio se rindieron a él. Los aficionados de los equipos rivales no paraban de ovacionarlo. En una ocasión, el mismo Jordan tuvo que pedir que pararan. Fue el más grande y la gente lo sabía y lo sigue sabiendo. Todos lo sabemos.


@javielnoval

lunes, 26 de marzo de 2012

Manual de actitud

Me han dado una soberana alegría, aparte de una excusa perfecta para hablar de este disco. Hablo de la reunión de un grupo, cosa delicada ya que todo el mundo lo asocia a problemas económicos por parte de sus miembros, algo normal si no han tenido éxito en sus posteriores carreras. No se si eso será bueno o malo, pero lo que si se es que me da igual. Muchos de nosotros no hemos tenido ocasión de ver a nuestros grupos favoritos en directo y estas cosas nos brindan dicha oportunidad. Pero bueno, que me da igual. La buena noticia: ¡Los Enemigos se juntan y van de gira! Así que ya sabeis, a coger el tintorro y a darle calichazos mientras la gorda de Florinda busca marido, nos lo pasamos de miedo en el jergón y añoramos la otra orilla. Esto es Obras Escocidas, la mejor ración de rock and roll español que podemos encontrar y uno de los mejores directos de nuestro  país. Pasen y vean, que no les dejarán indiferente.

Se formaron en el Madrid de mitad de los ochenta al amparo de una movida que poco a poco llegaba a su punto álgido. El barrio de Malasaña los vio nacer, capitaneados por Josele Santiago y con Fino Oyonarte como primer oficial. Nada más formarse ganan el concurso Villa de Madrid, y al año siguiente graban su debut discográfico Ferpectamente. No tardarían en hacerse un hueco en la escena del momento, siendo uno de los grupos míticos del rock de los noventa, en los que publicaron discos tan notables como La vida mata o Nada. Como nota anecdótica diré que colaboraron en los discos Agradecidos, tributo a Rosendo, y Serrat eres único, tributo a Joan Manuel Serrat aportando las versiones de Entonces duerme y Señora respectivamente, ambas dos de las mejores versiones que he escuchado nunca. Un alarde de actitud y estilo inigualable, bebiendo del rock and roll más clásico con tintes blues.

Conocí este grupo a partir del disco que esta semana nos ocupa, con tan mala suerte que también es el directo de su despedida. Cuando aún pensaba que el rock español eran Boikot, Narco y esa panda de impresentables (eran de los que se hablaba por el instituto), poco a poco me fui dando cuenta de lo variado del rock patrio. Los primeros discos de Extremoduro, Platero y tú, Barricada o el gran Rosendo me fueron introduciendo en este mundo, pero sin duda los que más me cautivaron fueron estos madrileños. En Obras escocidas descubrí lo que el rock de pata negra debería ser, con denominación de origen, personalidad y chulería. La cuenta atrás está entre las mejores canciones del castellano, o por lo menos debería estarlo, Brindis es el canto definitivo a la eterna juventud, John Wayne el himno tabernero por excelencia, An-tonio un placer de canción indescriptible, Na de ná te cura el desamor, Dentro y su gran letra ("prefiero no buscar a encontrarte"), el ritmillo de Juan Valdés...... Todos las grandes canciones de Los Enemigos juntas (eso sí, aunque son todas las que están, no están todas las que son, notándose la ausencia, por ejemplo, de Torre de Babel). El disco tiene el aliciente de estar plagado de brillantes colaboraciones, como Miguel Bañón, que borda ¡Como es!, Rosendo en Yo, el rey, Jorge "Ilegal" Martínez en la ya mencionada John Wayne o Ajo de Mil Dolores Pequeños, que hace aún más bonita Paquito. Un poco deslucida queda la colaboración de Los Planetas en Sin hueso, pero también depende del estado de ánimo de cada uno. Repito, y no me canso de decirlo, uno de los mejores directos grabados en nuestro país.

Pues eso, que este verano van de gira. Una reunión inesperada, mire usted. No dejéis de ir a verlos si pasan cerca, que seguro que no decepcionan. Si nunca les habéis dado una oportunidad, este sería un buen momento de brindársela. Obras escocidas es el mejor antidepresivo del mundo. No hay tristeza a su alrededor cuando suena. En este disco descubriréis un clásico de nuestro tiempo, de los que se escuchan una y otra vez. Sin más que decir, que lo disfruten.

Marcos

viernes, 23 de marzo de 2012

Un escándalo que dura más de dos mil años

Hagamos un esfuerzo, e imaginemos por un momento que soy el copropietario de una empresa. Una gran empresa a nivel internacional. Una empresa con dos mil millones de clientes repartidos por todo el mundo. Algunos de estos clientes no están del todo satisfechos con los productos que les ofrecemos pero, ya sea por convicción o convencimiento, prácticamente todos ellos siguen comprando nuestros productos alguna vez que otra.

Imaginemos que mi empresa es un poco particular pues, al constituirla, decidimos establecer una serie de normas inviolables que deberían ser respetadas por nuestros trabajadores y/o clientes.

En primer lugar, decidimos que las mujeres tendrían un papel secundario en nuestra organización. El presidente de nuestro Consejo de Administración siempre sería un varón. Pero no nos quedamos ahí, ni mucho menos. Tampoco permitiríamos que una mujer pudiera ocupar ningún puesto de responsabilidad dentro de nuestra empresa. Se deberían limitar a ser dependientas de nuestros establecimientos, sin ninguna posibilidad de ascenso.
En cualquier país “desarrollado” esto, ¿sería un escándalo, verdad?

Continuamos pensando, y quisimos entrar un poco más en la intimidad de nuestros clientes. Concretamente en su orientación sexual. Decidimos que gays, lesbianas, transexuales, o cualquier persona que no fuera pura y cástamente heterosexual no sería bien recibida en nuestras tiendas. Es más, nuestros dependientes se encargarían de recordarles lo desgraciados que son por sufrir tan tremenda enfermedad. Y no sólo nuestros clientes, tampoco admitiríamos en nuestras organización ningún trabajador con cualquier tendencia indeseable.
En cualquier país “desarrollado” esto, ¿sería un escándalo, verdad?

Pero no acaban ahí las particularidades de nuestra empresa. Comprobamos hace algún tiempo que el sector inmobiliario estaba repleto de oportunidades de enriquecimiento, así que decidimos probar suerte en el mundillo. Aunque no fue de una forma muy ortodoxa. Aprovechamos un vacío legal para apropiarnos de infinidad de inmuebles por todo el territorio nacional. Algunos lo llaman expolio, pero nosotros preferimos decir “oportunidades de negocio”. Si queréis conocer un poco más sobre este asunto, os dejo un enlace dónde hablan de nosotros... 
En cualquier país “desarrollado” esto, ¿serían un escándalo, verdad?

Podría extenderme mucho más, pero mejor no hablar de la forma en la que nos expandimos cuando empezamos nuestra andadura o de los abusos que cometieron muchos de nuestros empleados, y que aún nos cuesta tanto condenar. O de las campañas que hacemos en todo el mundo sobre sexualidad, y que ponen en peligro la salud de millones de personas.

Podrán suponer que, teniendo en cuenta nuestros muchos excesos, los distintos Gobiernos habrán hecho lo imposible para pararnos los pies. Nada más lejos de la realidad. Les confieso que soy yo el primer sorprendido, pero desde tiempo inmemorial disfrutamos de una serie de ventajas de las que no disfruta ninguna otra empresa.

¿Ventajas en lo económico? Unas cuantas: nuestros clientes, en su declaración del IRPF, pueden destinar parte de sus impuestos a la subvención de nuestros productos (dinero que dejan de ingresar las Administraciones); hasta hace unos cuantos años, el IVA nos lo pasábamos por...ahí mismo. Hasta que la UE obligó al Estado a cobrárnoslo, pero nos compensó con un aumento de la parte del IRPF que nos daban nuestros clientes así que, lo comido por lo servido; la UE no ha podido tocar el IBI, la famosa contribución, por tanto ese impuesto aún no lo pagamos; ¿seguimos? Si no saben a quien donar sus bienes, piensen en nosotros, que tampoco pagamos impuesto sobre donaciones. Paro por no aburrirles. ¿Les parece esto un escándalo?


Pues para que hablarles de la publicidad que nos hace el Estado. Les cuento: todos los alumnos de colegio o instituto (¿Financiado por nosotros? No, financiado por ustedes) tienen una asignatura donde se les ensalzan las magníficas características de los productos que vendemos en nuestra empresa. No es obligatoria, no vayan a pensar mal, pero suele estar bien puntuada por si hace falta una ayudita en Selectividad. ¿Sería esto un escándalo en cualquier país “desarrollado”?

Pues bien, dejen de imaginar que no es necesario. En España esta empresa existe y está muy presente en la vida de cada uno de nosotros. Se llama Iglesia Católica. Este artículo no juzga ninguna creencia, ni mucho menos, todas ellas son respetables, incluso la mía. Y sería muy injusto no comentar las tantísimas personas que, en nombre de la Iglesia, hacen una labor increíble en favor de los más necesitados, dándolo todo a cambio de nada. Para todas esas personas no tengo más que admiración y agradecimiento.

Lo que pretende este artículo es denunciar la gran injusticia social que supone esta serie de ventajas de las que disfruta la Iglesia Católica, en un país que se declara oficialmente laico desde hace muchos años, pero que no ha practicado ese laicismo en ningún sentido. Y acabo con una pregunta, ¿qué poder ejerce la Iglesia que hace que ningún partido político, de una u otra ideología, haya sido hasta el momento capaz de hacer cumplir ese laicismo del que habla nuestra Constitución? Seguro que hay muchas respuestas, pero yo les dejo una: VOTOS.

@Elfara_chico









jueves, 22 de marzo de 2012

El alma del deporte

Cientos de corazones sufriendo en el último minuto, miles de gargantas coreando un nombre, millones de personas pegadas a la pantalla de una televisión, etc. Todo esto forma parte del mundo del deporte. Lo que realmente lo hace grande.

Es obvio que en algunos deportes se ha gastado demasiado o se manejan cantidades de dinero insultantes estando las cosas como están estos días. No se puede defender el despilfarro que se hace en algunas disciplinas: fútbol, fórmula 1, golf, etc. Ejemplos claros son el nuevo Mestalla (otra estructura de cemento que tiene toda la pinta de convertirse en un monumento arqueológico), la deuda de los equipos españoles de fútbol o los salarios de la fórmula 1. No todos los deportes juegan a este juego, no se les puede criticar en ese aspecto. Algunos dirán que ese derroche económico se justifica porque se genera en publicidad o en asistencia de espectadores, pero si se genera, ¿por qué hay tanta deuda? Pues porque se gastan más de lo que tienen, porque creyeron que ganarían más de lo que ya ganaban.

Pero hoy no estoy aquí para criticar ese exceso, si no para elogiar a todos los que estamos detrás del espectáculo: a los aficionados. Todo se reduce a satisfacer a los seguidores de uno u otro deporte, a que por un momento olviden sus problemas y disfruten. Por y para ellos es por lo que existe el deporte. Con los logros de cada disciplina deportiva se han vivido momentos inolvidables.

Todos hemos vivido alguna vez la consecución y posterior celebración de una victoria, de un campeonato o de una copa. Cada aficionado tiene sus recuerdos de esos momentos, lo que vivió y sintió en aquel preciso instante (yo como uno de ellos también, y en los últimos años en repetidas ocasiones). Ya seas aficionado al fútbol, baloncesto, tenis, coches, motos, etc. Personas que apoyan a diferentes equipos, a diferentes selecciones, que tienen preferencias por unos deportistas u otros. Al final todos estamos juntos. He visto cosas increíbles en las celebraciones multitudinarias a las que he asistido, he visto como una persona que se cambiaría al otro lado de la calle sólo para no cruzarse con otra que no es de su agrado, se encontraban abrazados y cantando al unísono. Individuos que defienden diferentes ideologías, ponerse de acuerdo en una sola, sólo para ese preciso instante. Es lo grande del deporte, es lo que hace que sea tan importante para todos y cada uno de nosotros.

Lástima que no en todos los deportes se vea una movilización como la que se produce con el fútbol, es verdaderamente una pena. Pero en los últimos años se han visto claros ejemplos de que podemos celebrar algo más que los títulos que se logren en ese deporte (yo el primero debería tomar ejemplo de lo que estoy escribiendo ahora mismo). Vivir con esa misma intensidad, no digo todos y cada una de las diferentes disciplinas, algo más a parte del fútbol. Creo que todos saldríamos ganando. Sería increíble ver a tanta gente como se vio en la noche de la final del mundial de fútbol, celebrando un mundial o un europeo de baloncesto o, ya por pedir lo imposible, uno de balonmano. Todo esto puede que esté muy lejos, pero por eso mismo los seguidores acérrimos de estos deportes de “minorías” son incluso más aficionados que lo que lo somos los del fútbol.

Ya hice referencia en otro escrito a los aficionados de países del tercer Mundo, ellos representan a la perfección, lo que trato de describir como concepto de aficionado a un deporte. Disfrutan de esas cosas con un sentimiento verdadero y encarnan la idea más básica de ser un aficionado: olvidar los posibles problemas que uno tiene en ese momento y disfrutar de esos instantes. No solo con la consagración de tu equipo o selección en el Olimpo de algún deporte, sino con una simple victoria.

Todos hemos sentido algo parecido, y no sólo los seguidores de algún deporte, quiero creer que tanto en política, música, cine u otras aficiones que se puedan tener, esa sensación sea la que de verdad te llene.


@javielnoval

lunes, 19 de marzo de 2012

Esto no es mio

Ha vuelto a saltar la polémica en el mundo de la música. Esta vez ha sido Rosario Flores  a la que le ha tocado ponernos los pelos de punta gracias a una versión que ha hecho (o perpetrado) del Love me do de The Beatles. Después de recomponernos de la noticia, los que nos llamamos a nosotros mismos "defensores de la música" nos hemos puesto manos a la obra y a base de twits y demás la hemos liado gorda (o eso es lo que nos creemos). Aún está en la memoria la canallada que hizo Ramoncín con el Come as you are de Nirvana para que otra imbécil de las que tanto dan la tabarra defendiendo la propiedad intelectual nos haga ciscarnos en todos los santos del mestizaje musical. Todo esto me ha dado que pensar (cosa que hago regularmente, en contra de lo que muchos opinen), y centrado en el tema peliagudo de las versiones, me he decidido a hablar de ello.

Eddie Cochran
Definamos versión como la re-interpretación de una canción por parte de otro músico distinto al compositor o intérprete original. Esta vaga y burda explicación nos servirá para desarrollar el tema, que tampoco nos vamos a meter en camisas de once varas. Pues bien, esto se lleva haciendo desde que el hombre es hombre y un día le dio por hacer música. Para no irnos a los comienzos de la humanidad y hacer un estudio antropológico diré que todos bailamos Twist and shout interpretada por The Beatles sin saber que es una versión de Top Notes, The Who ya hicieron de las suyas del Summertime blues de Eddie Cochran y hasta hace poco yo mismo creía que All along the wachtower era del propio Jimmy Hendrix, y que Bob Dylan me perdone. Con estos antecedentes, en los que vemos a los más grandes modificar ideas concebidas por otros, podemos dar por justificada la práctica.

La principal motivación que lleva a una banda a hacer una versión es la propia admiración hacia el interpreté original. Por otro lado, hay muchas formas de versionar, desde hacer un calco a la versión original, como por ejemplo la versión del You really got me de The Kinks que hizo Van Halen, pasando por una ligera modificación, Sepultura y su versión de Bullet the blue sky de U2, a una total y completa adaptación al estilo del que versiona, donde casi no se aprecia el original,  With a little help from my friends por Joe Cocker (original de The Beatles). Todas ellas magníficas nuevas recreaciones de temas ya compuestos, hechas desde el respeto y la admiración. Nada que objetar a ellas. La música es un arte vivo, y una canción sufre transformaciones dependiendo de aquel que le quiera hacer justicia.

Alien Ant Farm
Muchas son las veces en que una versión hace que un grupo alcance la fama, y muchas es precisamente por eso por lo que se vuelve a caer en el olvido (¿Alguien se acuerda de Alien Ant Farm y su Smooth criminal de Michael Jackson?). En otros casos un artista populariza una canción de otro, como es el caso del Hallelujah de Leonard Cohen, que pasó desapercibido para sus fans hasta que Jeff Buckley lo grabó para el magnífico Grace. Lo más triste de todo llega cuando la gente no sabe que el tema es una versión, como I will always love you, que no es de Whitney Houston, sino de Dolly Parton.

Los fans suelen cabrearse cuando ven una canción de un grupo al que admira "destrozada" por alguien. Para mi una buena versión siempre tiene hueco en un disco. Por mucho que gente cercana a mi opine que Los Enemigos deberían estar en la cárcel por su versión de Señora de Serrat, o que a Barricada hay que coserlos a balazos por hacer de las suyas con Sueño con serpientes de Silvio Rodríguez, esto no hace más que demostrar que distintas maneras de hacer música se pueden unir, sin perjuicio de una canción. En conclusión, no hay para ponerse así. Por otro lado, y por mucho que me llaméis hipócrita, muchos se merecen los peores tormentos del infierno. Rosario, la próxima vez te quedas en tu casa.

Marcos

viernes, 16 de marzo de 2012

En educación y sanidad, todos iguales.

Asumamos como cierto que durante muchos años España será gobernada por alguno de los partidos mayoritarios y demos por hecho (salvo cataclismo social, económico o expulsión de la zona de moneda única, que todo puede ser) que éstos aceptarán todas las directrices que nos disparen nuestros socios europeos. Entre estas directrices nos encontramos con unos límites de déficit público que suponen y supondrán grandes esfuerzos para todos, y que se están concretando en una merma de servicios públicos y/o un incremento de impuestos de cualquier índole. Aunque se están combinando ambas propuestas, parece que nuestros dirigentes se decantan mayoritariamente por la primera de ellas.

Pues bien, si lo que se pretende es recortar el gasto público, el primer paso que se debería haber dado es la planificación de prioridades a la hora de hacerlo. Descartados desde el inicio tocar partidas como religión o gasto militar, las mirillas están apuntan directamente a educación y sanidad. Esto es, al menos para mí, uno de los mayores errores políticos que se pueden cometer en mucho tiempo. Como dije en otros artículos, servicios públicos de calidad como sanidad y educación (al hacer referencia a ellos se suele hablar también de gratuidad, pero evito este adjetivo ya que no son efectivamente gratuitos, sino que los ciudadanos los pagan a través de impuestos y cotizaciones) son los bienes más preciados conseguidos por los españoles durante los años de democracia, y no conservarlos de esta manera tendría consecuencias nefastas para nuestro futuro.

No es falso que la distribución del gasto que conllevan estas partidas podría ser efectuado de manera muchos más eficiente, no cabría otra cuando hablamos de miles de millones de euros. Asuntos como prescripción de medicinas por dosis, replanteamiento de ciertas becas poco eficientes, y otras muchas medidas pueden y deber ser estudiadas para mejorar su funcionamiento dentro del sistema público. Y es ahí donde se deben centrar todos los esfuerzos, en una mejor distribución y eliminación de gastos superfluos e innecesarios, y nunca en la supresión de servicios que supongan una reducción en cuanto a la calidad de sanidad y enseñanza.

Explicaré ahora el por qué de mi preocupación de la manera más práctica posible, empezando por los riesgos en cuanto a sanidad se refiere. Como sabemos, los gastos que conlleva la Sanidad Pública son costeados por todos los ciudadanos en relación a los impuestos que pagan y a sus cotizaciones sociales, aunque no todos los utilizan de la misma manera. Estadísticamente, cuanto mayor es una persona y menos recursos económicos tiene, más uso de servicios sanitarios hace. Por tanto, vamos a dividir a los paciente en dos grupos, rentables (personas jóvenes y adultas, sin problemas crónicos de salud, que tiene la suerte de tener que hacer poco uso de servicios médicos; o personas que hacen un mayor uso pero, debido a su buena posición económica, pagan en sus impuestos más de lo que consumen) y no rentables (que por diversos motivos deben hacer un uso mucho mayor de los mismos). Gracias a la combinación de ambos tipos de pacientes, rentables y no rentables, la sanidad pública española es viable económicamente hablando.

Imaginemos una reducción sistemática del gasto en sanidad por parte del Gobierno central y las Comunidades Autónomas que, como venimos comprobando, se concreta en listas de espera interminables, servicios de urgencias cerrados según horarios, pago de recetas y medicamentos anteriormente gratuitos, y un largo etcétera. Además, esto podría venir acompañado, como vemos ya en alguna Comunidad, de un fuerte incentivo en favor de los servicios sanitarios privados. Si esto ocurre, es lógico pensar que los pacientes rentables se plantearán contratar mutuas privadas, donde tengan contratos en los que paguen en relación al uso que hagan de los servicios. Al ser empresas privadas, éstas sólo aceptarían clientes rentables, puesto que son los que les generarían beneficios.


Así pues, nos encontraríamos con que en la Sanidad pública sólo permanecerían, por mera necesidad, los pacientes no rentables y, a consecuencia de esto, los gastos por persona irían aumentando cada vez más, haciendo al final económicamente inviable todo el sistema. Y nos quedaría algo parecido a lo de Estados Unidos, donde una persona con pocos recursos que se encuentra con una enfermedad grave de costoso tratamiento tiene que hipotecar todos sus bienes si quiere luchar por salvar su vida. Eso que nos parece tan lejos, no lo está tanto.

Podemos trasladar todo el razonamiento al sistema de educación pública. En este caso, los clientes no rentables serían alumnos de pequeñas poblaciones o pedanías, niños que requieran atención especial, hijos de inmigrantes que tengan dificultades con el idioma,... De que ellos tengan las mismas oportunidades que cualquier otro se encarga la educación pública (esto supone un gasto por alumno mayor, lo cual es utilizado estúpidamente por los defensores del sistema privado).

Por tanto, vemos como dos decisiones políticas como son incentivar, a través de deducciones fiscales, los sistemas privados (es decir, que los que acudan a ellos paguen menos impuestos) y reducir la calidad de los servicios públicos puede suponer su total desquebramiento. Y recordemos que todo esto empieza por el exceso de celo en cuanto al cumplimiento de las órdenes de la señora Merkel sobre el déficit fiscal (que no es otra cosa que cuánto gasta de más el Estado respecto a lo que recauda).

Una vez descartado, por no querer parecer demasiado extremista, la prohibición de centros sanitarios y de enseñanza privados, evitar o no este final depende únicamente de nuestros políticos. Lo primera medida, por supuesto, debe ser eliminar cualquier incentivo económico en favor de los sistemas privados, es decir, que los use quien lo crea conveniente pero sin recibir ninguna compensación a cambio. Como segunda medida, aunque puede parecer contradictorio con el objetivo inicial de reducción del déficit, se debería establecer una mayor inversión en estos servicios públicos. ¿ Por qué digo esto? Porque de esta manera, además de los incentivos económicos, también se eliminarían los incentivos personales de contratar servicios privados. Es decir, una persona con grandes recursos no tendría incentivos de llevar a su hijo a un colegio privado si en uno público va a tener las mismas facilidades e instalaciones. Y si la lista de espera para una operación va a ser igual de larga en un hospital público que en un privado, ¿ qué sentido tendría contratar una mutua? ¿ Y cómo se pagaría esa mayor inversión? Pues aumentando los impuestos de los españoles, más concretamente de los que tenían recursos suficientes para acudir a servicios privados, y que ahora no tendrían que pagar por ellos pues acudirían a los públicos.

Así que, asumiendo que la lucha con los agentes económicos que nos obligan a hacer todos estos esfuerzos está perdida, tenemos dos salidas. Por un lado, remar cada uno en una dirección al grito de “sálvese quien pueda”. Esto conduciría a una sociedad cada vez más desigual y, al final, probablemente sólo se salvarían los ricos. En cambio, remando hacia el mismo lado, a pesar de que las medidas serán también duras, las asumiremos entre todos por igual. Quizás no está tan mal que todos dispongamos de las mismas oportunidades a la hora de estudiar o de curarnos una enfermedad, tengamos los recursos que tengamos. Me parece genial que con dinero se puedan comprar yates, ropa muy cara, coches de lujo, incluso amigos y compañía. Pero cuando hablemos de cosas tan transcendentales como la educación y la salud, al menos en eso, que seamos todos iguales.

@Elfara_chico

miércoles, 14 de marzo de 2012

Lo que aún nos falta

Campeones del mundo de fútbol 2010, campeones de Europa de baloncesto 2011 (segundo año consecutivo), campeones de la copa Davis de 2011, campeones de Europa de fútbol sala 2012, etc. Estos son algunos ejemplos de los logros a nivel internacional que hemos conseguido recientemente. ¿Podemos decir que somos una potencia mundial en el deporte? (lástima que no lo seamos en otras cosas que de verdad importan).

¿Por qué, entonces, en atletismo damos una imagen tan mala?. En los últimos Mundiales celebrados en Estambul nos hemos vuelto a ir con las manos vacías, como ya sucedió en los de Paris 1997 y Budapest 2004. Será porque no es un deporte de masas o porque no mueve millones de euros en publicidad, pero la cuestión es que no nos podemos considerar una potencia del deporte si no cumplimos con unos mínimos en la gran mayoría de ellos. Por ello tiene más merito lo que hacen las selecciones de balonmano, sala, hockey hierba, etc. Estos no atraen la expectación de millones de personas, pero están cumpliendo por encima de sus posibilidades. Algo tiene que cambiar en el sistema deportivo español para que se ponga todo al más alto nivel.

Nos encontramos a las puertas de los Juegos Olímpicos de Londres, y todo atleta que se preste desea alcanzar la gloria en esta competición milenaria. Nunca hemos conseguido en los Juegos una victoria aplastante en el medallero, creo recordar que la mejor actuación del equipo español fue la de los Juegos celebrados en nuestro país, Barcelona 1992. Ese año había una motivación especial, pero seguro que ninguno de los deportistas que compitió allí olvidará jamás esos días. Y tampoco lo olvidarán los millones de españoles que recuerdan haberlo visto en directo, ni los que lo hemos leído, visto o escuchado años después. Hacer algo grande en unos Juegos Olímpicos es algo que daría al deporte español ese toque que le falta.

El presidente de la Real Federación Española de Atletismo (RFEA), José María Odriozola, dijo el día de la clausura de los Mundiales que esperaba más de algunos atletas y que deberán poner sobre la pistas de Londres lo mejor que tienen. Aunque este organismo se haya visto salpicado en el último año por un escándalo de tráfico de sustancias dopantes, no quiere decir que no haya intentado siempre ayudar a nuestros deportistas. No estoy al tanto de cómo se maneja esta federación, ni el apoyo que da a los deportistas, sólo espero que sea el suficiente. Una buena actuación en varios campeonatos importantes o en unos Juegos puede que motivase a futuras generaciones a interesarse por otro tipo de deportes que no sea el fútbol, ya que en la actualidad es el atrayente por excelencia. Seguir así en la senda de los triunfos de deportistas españoles y ser un referente mundial en todo lo deportivo, ya que desgraciadamente en estos momentos en poco más podemos servir de referencia.

El atletismo es un deporte muy noble, a excepción de algunos casos de dopajes de los que hablaremos en otra ocasión, y por lo tanto se merece algo más de atención. Los deportistas que participan en estos deportes, que se entrenan cada día para poder ser los mejores en su disciplina tienen el mismo mérito que los que ganaron la Copa del Mundo. Sólo le falta ese toque mediático o que surja una estrella más, y así nuestros potenciales deportistas se vería motivados para elegir otro tipo de disciplinas.

Este artículo no es una crítica a los atletas que han competido en los últimos Mundiales, tampoco es una crítica a la RFEA. Sólo quiero destacar que aún queda un camino muy largo para poder decir que somos los mejores, y creo que España tiene el potencial suficiente para serlo. No sé cuánto durará la época dorada de muchos deportes aquí en nuestro país. Supongo que como todo es cíclico, por lo que espero que en el Atletismo pase lo mismo, que nos encontremos en un periodo de transición hacia algo más grande.

@javielnoval

lunes, 12 de marzo de 2012

Leche materna

Llega la primavera y en tierras británicas ya podemos disfrutar de unas horas más de día, aunque no siempre sean soleadas. El buen rollo poco a poco va quitando de en medio al hastío que nos invade en invierno, y por eso me vais a permitir que cambie de tercio esta semana. Al igual que no sólo de pan vive el hombre, no sólo de rock se alimentan nuestros oídos. Por casualidad he revisado un disco que tenía totalmente olvidado y he recordado la grandeza de este dúo, uno de los mejores de la historia de la música española. Hablo de Manolo García y de Quimi Portet. Hablo de El Último De La Fila. Una fábrica de música impresionante y de buenas vibraciones.

Forjados en la Barcelona de principios de los ochenta a partir de las cenizas de Los Burros y Los Rápidos, el dúo encontró una fórmula para su sonido que incluía toques árabes y andaluces. Tras publicar Cuando la pobreza entra por la puerta el amor salta por la ventana y Enemigos de lo ajeno conocieron el éxito con el disco Nuevas mezclas, donde volvieron a publicar once de sus antiguas canciones modificadas. Les siguieron álbumes tan notables y buenos como Cómo la cabeza al sombrero y Nuevo pequeño catálogo de seres y estares. Al llegar 1993 publicaron el que sería su disco cumbre, con casi un millón de copias vendidas. Con Astronomía razonable grabaron sus nombres con letras de oro en la historia de la música en castellano.

Un disco tan cojonudo que parece irreal. Himnos atemporales como Lápiz y tinta o Remando sobre el polvo encajan perfectamente con el rock mestizo de El que canta a su mal espanta o Piedra sobre piedra. Desde cortes más convencionales como Vino dulce a Mar antiguo, una balada acústica que contiene unos arreglos de cuerda exquisitos. La voz de Manolo te hace estremecer en Cosas que pasan. Vamos, en resumen, lo que se llama una obra maestra de cabo a rabo. Una colección de canciones increíbles. Personalmente me cuesta mucho contener una lagrimilla cuando escucho Como un burro amarrado en la puerta del baile. Todavía nadie se ha atrevido a decirme que no le gusta esa canción.

El Último De La Fila fue uno de los grupos que mis melómanos padres sabiamente me dieron de mamar cuando era pequeño. Conforme fui creciendo me aprendí todo su repertorio. Me apasionan como lo hicieron el primer día. Insurrección, Cuando el mar te tenga, Aviones plateados, Llanto de pasión.... algunas de ellas me las se desde que tengo memoria. Recuerdo que uno de los primeros conciertos a los que fui fue uno de Manolo García, y sentí tocar el cielo cuando interpretó Son cuatro días. No sabría decir alguna canción del dúo que no me guste. Cuando me levanto con ganas de comerme el mundo suelo escuchar El monte de las águilas. Cómo he dicho al principio del artículo, buenas vibraciones por todos lados. Espero una reunión como agua de Mayo.

Marcos

viernes, 9 de marzo de 2012

¿Día de la mujer trabajadora? Cualquier día del año.


Ayer se celebró el Día de la Mujer Trabajadora, y no podíamos dejar pasar esta oportunidad de felicitar y homenajear a todas ellas porque, aunque suene a tópico, mujer y trabajo son dos palabras que han ido siempre ligadas a lo largo del tiempo, sin excepción.


Desde nuestras abuelas, casi todas, que tuvieron que luchar día tras día por sacar adelante una familia con los pocos recursos con los que contaban, y lo hicieron con una dignidad que ya quisiéramos para nosotros, tratando siempre de darles a sus hijos las oportunidades que ellas no tuvieron. Pasando por nuestras madres, que no se conformaron con jugar un papel secundario en la sociedad y reclamaron con toda su fuerza los derechos que tendrían que haber sido suyos desde siempre. Y finalizando por nuestras amigas, novias, primas, …, que no sólo han cimentado la igualdad que nuestras madres reclamaban sino que, es justo decirlo, ya nos han adelantado en muchos aspectos. Para comprobarlo sólo tenéis que pasar un día por cualquier universidad y veréis que el número de licenciadas o diplomadas es bastante mayor al de licenciados o diplomados.

Y para conseguir todo esto no han tenido más remedio que superar infinidad de obstáculos, los mismos que generaciones y generaciones de hombres les hemos ido colocando en el camino, probablemente por el miedo a vernos avocados a ocupar fácilmente ese papel secundario del que hablábamos. Todavía hoy, día tras día, muchas mujeres deben enfrentarse a estos obstáculos que tan arraigados están a la sociedad europea, más aún en la española.

Entre éstos, lamentablemente, a menudo tienen que encontrarse con decisiones o declaraciones de nuestros cargos públicos. La última, sin ir más lejos, ha sido el discurso del ministro de Interior, Alberto Ruíz Gallardón, intentando defender en el Congreso su inútil e innecesaria contrarreforma de la ley del aborto. Literalmente, el señor ministro dijo: “detecto violencia de género estructural contra las mujeres por el mero hecho del embarazo” y “protegeremos la dignidad de esas mujeres defendiendo uno de sus valores fundamentales, que es el derecho a la maternidad”. Cierto es que en el aspecto laboral, el hecho o la posibilidad del embarazo supone un agravio comparativo, pero poca relación encontramos entre este asunto y la ley del aborto. De hecho, nada tienen que ver estas declaraciones con la razón principal de la contrarreforma, que no es otra que contentar a los fundamentalistas con los que comparte partido político, ideología y religión. Y me resulta aún más molesto por el tufillo paternalista y protector que desprende, pues parece dar a entender que el “macho español” tiene que velar por los intereses de su “desprotegida” e “indefensa” esposa. Bien haría el señor Gallardón en comprender que el siglo XIX hace mucho que pasó, y la mujeres son capaces de cuidarse y tomar decisiones importantes por sí mismas.

Si, como dice el ministro, lo que se pretende con la reforma es proteger a la mujer embarazada de la “violencia estructural” a la que se enfrenta, fomentar la maternidad o, simplemente, actuar como caballero del medievo en defensa de su amada (esa actitud terriblemente machista es la que percibo de sus palabras), se me ocurren algunas medidas que el Gobierno podría tomar para conseguir este fin, y que serían más efectivas que recuperar la anterior ley del aborto:
  • Actúen de manera contundente contra cualquier empresario que plantee siquiera el hecho de un posible embarazo como característica a tener en cuenta a la hora de contratar a una mujer o no. Es vergonzoso que se tenga que escuchar en una entrevista de trabajo preguntas como: “¿tiene previsto tener hijos a corto plazo?”.
  • Legislen ustedes seriamente para abolir la discriminación salarial que sufren las mujeres en nuestro país. Por si no lo sabe, las españolas cobran de media un 25% menos que los españoles que ocupan el mismo puesto de trabajo. Simplemente delirante.
  • Teniendo en cuenta que la mayoría de abortos son debidos a embarazos no deseados, le recomiendo que incentive la educación sexual en los colegios e impida que los obispos vividores de turno y los más rancios de su partido hagan declaraciones (que, desafortunadamente, muchas personas tienen en cuenta) en contra del uso de métodos anticonceptivos.
  • Para fomentar la maternidad, no se me ocurre nada mejor que invertir en guarderías y comedores públicos, de manera que las mujeres que quieran ser madres y no pueden tener ayuda de sus familiares, no deban decidir entre maternidad o trabajo.
  • Con el mismo objetivo, también sería una gran decisión aumentar y hacer compatibles las bajas por maternidad y paternidad. Y facilitar el acceso a una vivienda a parejas jóvenes, pues la imposibilidad de establecer una vida en común, señor ministro, también es un gran hándicap en este sentido.
  • Tampoco entiendo ese afán por defender el que seguro ustedes entienden como “sexo débil”, después de haber estado criticando duramente el ministerio de Igualdad, que era y es muy necesario en una sociedad como la española. O después de medidas como la tomada por su secretaria general, la señora Cospedal, que decidió dejar de subvencionar centros de la mujer en la Comunidad que ahora preside, de manera que muchos de ellos han tenido que cerrar sus puertas. ¿Le parece esto apoyo a la mujer en la decisión de tener hijos?
Por todo esto, tengo muy claro que la intención del nuevo Gobierno no es proteger a la mujer, ni mucho menos. Simplemente es otro paso más en el recorte de libertades que vienen practicando desde que ganaron las elecciones. Empezaron por los trabajadores, siguieron por los estudiantes, y ahora les toca a las mujeres. Que se vayan preparando homosexuales o pensionistas.


Sólo quería hacer esto visible en un día como hoy, en el que se conmemoran los derechos conseguidos tras la lucha de tantas y tantas mujeres. Y que entendamos que, aunque costara tantísimo esfuerzo avanzar en este aspecto, es mucho menos costoso retroceder en el camino. Nuestro deber como ciudadanos, ya que durante mucho tiempo generaciones de hombres no lo hicieron, es luchar con la misma fuerza que lo hacen las mujeres en favor de la igualdad, denunciando cualquier hecho que no vaya dirigido hacia ese objetivo. Si no lo hacemos como deber cívico, hagamoslo al menos en agradecimiento al esfuerzo que nuestras madres y abuelas han realizado durante mucho tiempo para, por ejemplo, haber podido estudiar una carrera y estar hoy en Manchester viviendo esta aventura. O por querernos todo el tiempo, aunque no siempre fuera merecido.
Así, vaya este artículo en homenaje a todas las mujeres en su día, aunque deberían serlos todos. Y en especial, para Isabel, Reme y Eva.

@Elfara_chico

miércoles, 7 de marzo de 2012

Un ídolo peculiar


Bajo petición expresa de uno de mis camaradas de Universidad y ya que actualmente resido en Manchester me gustaría hablar de George Best, un jugador de fútbol irlandés que militó en el Manchester United (1963-1974), y fue considerado como uno de los mejores futbolistas que han pasado por el césped de Old Trafford.

Paseando por los aledaños del estadio del United se pueden apreciar claros ejemplos del cariño que este club y sus aficionados desprenden por este jugador. Desde la estatua conmemorativa a la entrada del estadio, el nombre de Best en dorado en el suelo junto a otros jugadores míticos, etc. Un jugador que dejó una huella imborrable en las mentes de los devotos del fútbol de aquella época, tanto por su juego dentro del campo como por sus acciones fuera de él. Fue uno de los artífices de la primera Copa de Europa conseguida por el Manchester en la temporada 1967-1968, además de dos campeonatos de liga en los años 1965 y 1967. Con la primera de estas ligas se acababa una sequía que duraba ya 10 años, lo que para un club como el United era desastroso. Gracias a Best, y a muchos de los jugadores que compartieron vestuario con él, el Manchester United volvió a encontrar la senda de los títulos y entra a formar parte de los más grandes de Europa. Todo esto le brindó la oportunidad de ser finalista de en la carrera por el Balón de Oro en 1968 y ganarlo.

Pero a pesar de la gran carrera como futbolista que este jugador estaba consiguiendo, su vida fuera de los terrenos de juego no dejaba de ser algo turbulenta. Una vida siempre relacionada con el alcohol, las drogas y numerosos affaires con bellas mujeres. Condenado a prisión en dos ocasiones por conducir bajo los efectos del alcohol, Best comenzó a ser duramente criticado por la sociedad inglesa. A pesar de eso, y por su personalidad egoísta y prepotente, no dejó de hacer lo que le venía en gana. Nunca dejo que nada ni nadie le impidiera comportarse como él quisiese. Ni siquiera un transplante de hígado en 2002, consiguió que se separase de las bebidas alcohólicas. Está claro que nadie debe dar este tipo de ejemplo a la sociedad, pero menos aún un personaje tan público como un futbolista de renombre internacional.

El 3 de diciembre de 2005 George Best falleció en su domicilio a la edad de 59 años, y a pesar de todo lo comentado anteriormente sobre su “destacada” vida social fuera de los terrenos de juego, el cortejo fúnebre estuvo compuesto por apenas 100.000 personas y al velatorio acudieron 25.000 almas. Es en verdad sorprendente que pese a las críticas recibidas durante su vida tal cantidad de gente se vieran afectadas por su muerte. Pero para la gran mayoría de esos aficionados a los que hizo tan felices en su momento de esplendor, dándoles lo que nadie había conseguido hasta el momento, pesaba más que lo que pudiera haber hecho con su vida privada. Personas que jamás lo olvidarán y que siempre hablarán de él a las futuras generaciones de aficionados al Manchester United.

Para finalizar con este pequeño homenaje a una de las leyendas del fútbol, me gustaría escribir algunas de sus frases más célebres:

-“Si hubiese nacido feo, no habríais oído hablar de Pelé”.
-“Nunca salía por las mañanas con la intención de emborracharme, sólo sucedía”.
-“En 1969 dejé las mujeres y el alcohol. Fueron los peores 20 minutos de mi vida”.
-“Mucha gente va diciendo por ahí que me he acostado con siete Miss Mundo, pero sólo han sido tres”.
-“No le pega con la izquierda, no cabecea, no defiende y no marca muchos goles. Aparte de eso, está bien” (Opinando sobre David Beckham).
-“Me gasté la mayor parte de mi fortuna en mujeres, alcohol y coches deportivos. El resto lo desperdicié”.

Con esto, tiene aún más mérito si cabe que tanta gente lo siga teniendo como un ídolo. No critico el que se hable con franqueza, algunos se exceden, Best al menos lo hacía con gracia (Miguel, ¿de verdad que no es familiar tuyo?).

@javielnoval

lunes, 5 de marzo de 2012

Aprovechando oportunidades

 No puedo evitar sentir que nuestro país está infravalorado musicalmente hablando. No entiendo la poca difusión internacional que sufren bandas tan buenas y con tanto potencial. Siempre me ha sorprendido que un rock con tanta personalidad y tan especial como el que tenemos en España (me refiero al rock urbano en castellano que domina toda nuestra geografía con bandas como Barricada, Extremoduro o el gran Rosendo) no suscite la curiosidad de las almas rockeras allende los mares, siempre podemos poner la excusa de la barrera del idioma, pero no me explico como los artistas que cantan en inglés tampoco encuentran su hueco. Podemos poner múltiples ejemplos de bandas tan notables como cualquiera (Sunday Drivers, Australian Blonde, Dover, etc) que no pudieron tener la oportunidad de darse a conocer en el extranjero. Esto sinceramente me desconcierta.

Pero siempre hay cosas que te hacen recobrar la esperanza. El disco que nos ocupa esta semana está distribuido por Universal, la cual casi les rogó al grupo que firmara con ellos, ha sido mezclado por Nick Didia, mano derecha del reputado productor Brendan O'Brian y, lo más sorprendente de todo, son mallorquines. Hablo de L.A. y su magnífico debut Heavenly Hell. Aunque hablamos de un primer disco bajo este nombre, el líder y fundador del proyecto Luis Alberto Segura acumula más de veinte años en la música, tanto como músico como productor. Ahora ha tenido la oportunidad de hacer el disco que siempre había querido, con presupuesto de sobra y lujos que antes no podía permitirse. Es su premio después de tanto esfuerzo y, no sólo se lo merece, sino que lo ha sabido aprovechar.

Heavenly Hell es una colección de canciones exquisita de principio a fin. Una variedad de estilos y de influencias perfectamente coordinados en un disco redondo. Nos encontramos en él pop de autor al más puro estilo Ellioth Smith en canciones como Close To You o Evening Love, sonidos más convencionales y directos en Crystal Clear o The Sweetest Goodbye, que podrían sonar a The Ocean Colour Scene o The Dandy Warhols, y alguna canción de corte más bizarro como la última Pain Relieving. Todas compuestas e instrumentadas por el propio Luis. Sea cual sea el corte de Pop-Rock que te guste este es tu disco. Decir que milita en la banda como guitarrista y teclista Carlos Pilán, ex-miembro de los magníficos (y tristemente desaparecidos) Sexy Sadie. Altamente recomendable.

Espero que en Universal hagan su trabajo y les den a conocer. Quizás si en lugar de haber nacido en las Islas Baleares hubieran nacido en San Francisco, por ejemplo, se les haría más caso. Lo que también me viene a la mente cuando pienso esto es la cantidad de bandas que no conocemos ni conoceremos nunca, ya que nunca tendrán su oportunidad, y si embargo todos sabemos quienes son David Bisbal, Daddy Yankee y El Canto Del Loco (mal dolor les de). Pero bueno, disfrutemos de lo que si conocemos y a vivir, que son dos días. Que todo el mundo se anime a escuchar a estos mallorquines, que pronto publicarán nuevo álbum. Para mi ha sido delicioso conocerlos.

Marcos

viernes, 2 de marzo de 2012

Algunos políticos sí nos representan


Mónica Oltra interviene en el Parlamento
valenciano ante la atenta mirada de Juan Cotino.

Demasiado a menudo venimos escuchando en los últimos tiempos opiniones en contra de la política y los políticos, siendo culpados de muchos de los problemas a los que nuestra sociedad se está enfrentando. No es de extrañar la proliferación de estos pensamientos, sobre todo en épocas tan difíciles como la actual, lo cual no supone que estas afirmaciones sean del todo correctas. Bien es cierto que algunos ejemplos con los que nos encontramos todos los días no hacen más que refrendar lo que os comento, pero también es necesario explicar que no todos son así. De hecho, creo que existen dos tipos de políticos muy diferenciados.

Por un lado, nos encontramos con esos personajes que están en política porque fue la única forma que encontraron, debido a su mediocridad, de tener un cierto “poder” y reconocimiento. Por el otro, están aquellos que desde jóvenes soñaban con una sociedad verdaderamente justa, y entendieron que la política podría ser el mejor medio para conseguir acercarse a esa sociedad con la que soñaban. Y para ilustrar ambos tipos de políticos no he encontrado mejor ejemplo que el Parlamento valenciano. Para encabezar el primer grupo he elegido, entre las múltiples opciones, al presidente del Parlamento, el señor Juan Cotino (aunque bien pudiera haber elegido a muchos otros de su partido, además de alguno del principal partido de la oposición). Liderando al segundo grupo no se me ocurre mejor ejemplo que Mónica Oltra, diputada de Coalició Compromís, grupo que abarca el valencianismo progresista, el ecologismo y parte de la izquierda.

El señor Cotino adquirió fama nacional al tomar posesión de su cargo como presidente del Parlamento valenciano jurando sobre la Biblia y con un crucifijo de testigo. Como ya he dicho en otros artículos, nada tengo que objetar ante las creencias de cada uno, pero me parece que ya va siendo hora de que se respete el laicismo que declara nuestra Constitución y los cargos públicos sean ejemplo en este aspecto. Es más, me parece igual de extravagante tomar posesión del cargo de esta manera que hacerlo jurando ante una foto de Florentino Pérez, y llevando como vestimenta una camiseta de Sanchís de cuando el Real Madrid ganó la “Séptima” (igual de personal es la elección de practicar una religión como la de ser seguidor de un equipo de fútbol).

En cuanto a su forma de hacer política, a poco que se siga su trayectoria, se entenderá lo que os comentaba al principio. Las personas de su estilo son muy fáciles de reconocer. Intentan imponer su forma de pensar por encima de cualquier otra; no les gusta que nadie les rebata una idea, y por ello intentan acallar cualquier voz disidente; cuando tienen el poder son muy peligrosos, y lo utilizan siempre que pueden en beneficio propio. Ejemplo sobre esto podemos ver en cada debate en el que participan, y muchos son los que los han sufrido personalmente, en particular los que pertenecen al otro grupo de políticos.




Como podemos ver en estos videos, no sólo los podemos identificar por su falta de diálogo y su rechazo al debate. También destacan por su escasa educación y su tremenda prepotencia. Éstos son los mismos que miran por encima del hombro cuando tienen un buen cargo, escondiendo así su falta de autoestima; se caracterizan por su cuidado peinado con raya al lado o cortinilla (depende del volumen de cabello del que dispongan), enyesado con kilos de gomina; van todos los domingos a misa, cogidos del brazo de sus esposas, y oran de rodillas para redimirse de sus pecados; enseñan su llavero con el escudo de España (o la variante con el aguilucho) en cada ocasión que se les presenta de demostrar su patriotismo, pero son los primeros en ordenar a sus asesores que defrauden al fisco todo el dinero posible; no les gusta enfrentarse con grupos a los que consideran inferiores (mujeres, homosexuales, personas de distintas razas,....) quizás por miedo a que los dejen a la altura del betún, como pasa cada vez que la diputa Oltra toma la palabra; presentan un gran rechazo al cambio, y desprenden un extraño olor a rancio cada vez que escuchan la palabra progreso; odian los servicios públicos, porque les igualan con las clases que ellos consideran bajas, y a igualdad de oportunidades pueden salir perdiendo.

En definitiva, aún siendo políticos, no refrendan en ningún aspecto el sentido de la democracia, puesto que no representan a los ciudadanos que les votaron y evitan en todo momento el debate que se anteponga a sus ideales, sin tener en cuenta el bienestar de la sociedad. Este debate en beneficio de la sociedad y la representación de los votantes, recordemos, son los principales objetivos de la democracia.

En el lado opuesto encontramos los verdaderos políticos, los que lo son por vocación. Su ímpetu, esfuerzo, preparación e inteligencia les hubiera permitido triunfar en cualquier otra profesión, quizás con sueldos bastante más suculentos. Pero su voluntad por crear una sociedad más justa les hizo adentrarse en el mundo de la política, aún jugando en muchos cosas un papel muy secundario (en cuanto a poder de decisión se refiere).

Este grupo tampoco es difícil de reconocer. Se caracterizan por el fuerte arraigo con sus ideales, a pesar de lo cual nunca evitan el debate con personas con opiniones contrarias; lo de agachar la cabeza no va con ellos, y no tienen motivo para hacerlo (es lo bueno de hacer política con dignidad y honradez); al contrario de lo que les pasa a otros, no necesitan gritar en sus discursos ni utilizar palabrería inútil y repetitiva, pues suelen ir tan cargados de razón que son entendibles hasta para los más cerrados de mollera; suelen aguantar estoicamente los desaires e insultos que les dedican desde el otro grupo (que se lo pregunten a Mónica Oltra, que tuvo que aguantar los insultos del que hoy es presidente del Parlamento valenciano y que no vamos a repetir aquí por crueles, machistas y estúpidos). Pero ya se sabe, el insulto es el recurso del que no tiene otro recurso.

Ellos si representan a los votantes que les otorgaron su confianza, y no lo hacen sólo de palabra. Están al pie del cañón cuando las casas de un barrio van a ser derribadas contra la opinión de los vecinos; lo están cuando estudiantes son apaleados por defender y reclamar los derechos que creen merecer; también dan la cara para denunciar, mal que le pese a alguno, la manipulación de la televisión pública pertinente o los casos de corrupción que salpican al gobierno autónomo; no permiten que les callen a la hora de decirle cuatro verdades al Presidente de turno, que cree que ser el más votado le da derecho a hacer y deshacer a su antojo.

Éstas son, entre muchas otras, las características que diferencian a una clase de políticos y a otros. Pero hay algo más que los separan. El primer grupo, que representa el señor Cotino, tiene mucho más votos que el segundo, que representa la señora Oltra. Y, por tanto, también tiene mucha más representación en el Parlamento y mucho más poder de decisión (sabiendo esto, es menos difícil entender por qué nuestro país se encuentra en la situación actual). Ellos piensan que tener más votos les da cierta legitimidad para difundir su palabra como verdad absoluta, pisando y acallando, como intentan hacer en cada debate, las opiniones e ideas del resto. No llego a comprender a qué se debe, pero me aterra el simple hecho de pensar que puede que tengan mucho más votos porque son un reflejo más fiel de la sociedad que va a las urnas. Si esto es así, entonces nos enfrentamos a un problema bastante mayor.

Pero que no se lleven a engaño. Por muchos votos que tengan, por mucho poder que acumulen y por muy guapos que salgan en las fotos, nunca dignificarán la democracia como lo hacen los otros. Por mucho que presida una Cámara autonómica, Juan Cotino nunca tendrá la decencia política de la diputada de Compromís, lo cual ésta demuestra día tras día.

Por tanto, sólo me queda dar las gracias a Mónica Oltra y otros muchos políticos como ella, que hacen que algunos sigamos creyendo en la democracia como medio principal para conseguir la utopía, con la que soñamos muchos jóvenes, de una sociedad justa e igualitaria. Porque, a pesar de lo que digan muchos, políticos como ella si nos representan.

@Elfara_chico