miércoles, 22 de febrero de 2012

El honor de las bestias


El rugby, un deporte prácticamente desconocido en nuestro país, pero que goza de una increíble afición en la mayor parte de Europa. Este artículo va a tratar de dar una idea de todo lo que este deporte mueve a su alrededor, hablando del Torneo de las 6 Naciones y un poco de su historia.

Este es un torneo de gran importancia para lo países que lo disputan, donde no sólo los jugadores tienen una implicación muy importante, ya que la afición forma parte de la competición casi tanto como los que se encuentran en el terreno de juego. Los desplazamientos de las aficiones forman parte del torneo, ya que al finalizar los partidos se produce lo que se conoce como el tercer tiempo, en el cual tanto jugadores como aficionados celebran la victoria o lamentan la derrota. Pero es de destacar la unión que existe entre ambos y que no se da en ningún otro deporte, en cualquier otro esto sería impensable debido al fanatismo extremo del que hacen gala algunos deportes. Es muy admirable que las aficiones se comporten de una manera tan civilizada, cuando todos hemos sido testigos de lo que puede llegar a pasar entre aficionados de hinchadas rivales en otros entornos.

Este torneo comenzó llamándose el 4 Naciones y sólo participaban: Irlanda, País de Gales, Escocia e Inglaterra. El primer año que se disputó fue en 1883, por lo que hablamos de un deporte con una historia larga. Los países participantes podían compartir la copa al final del torneo en caso de igualdad de puntos. En 1910 se incluye a Francia, pero es excluida en 1932. Después de la 2ª Guerra Mundial, ya que mientras duró la guerra no se celebró ningún campeonato, Francia vuelve a formar parte del torneo y ya en 1996 se convierte oficialmente en el Campeonato de Europa, el 5 Naciones, en el cual sólo puede haber un campeón, no uno compartido como sucedía con la igualdad de puntos. Por último, con la incorporación de Italia en el año 2000, se convierte en el 6 Naciones y alcanza su mayor esplendor como torneo.

El torneo tiene sus peculiaridades, porque a parte del campeón principal, existen dos trofeos no menos importantes: el Grand Slam y la cuchara de madera. El primero se considera el máximo galardón que se puede obtener en esta competición, sólo puede conseguirlo el campeón que además haya ganado todos los partidos del torneo, algo muy prestigioso debido a la dificultad para obtenerlo. Mientras que en el lado totalmente contrario nos encontramos con la cuchara de madera, que se le otorga al equipo que no haya sido capaz de ganar ningún partido en todo el campeonato. Que aunque igualmente difícil de conseguir, como el Grand Slam, se han dado muchos casos de equipos que se han llevado este deshonroso trofeo.

He de decir que es un deporte que admiro muy profundamente, no sólo por lo ya comentado anteriormente de la hermandad entre afición y jugadores, sino porque se hace gala de una deportividad envidiable tanto dentro como fuera del terreno de juego. A pesar de se un juego de contacto extremo, mucho más que el baloncesto y por descontado que el fútbol, sólo en contadas ocasiones se producen altercados entre jugadores. Y al finalizar cada encuentro los jugadores del equipo ganador felicitan en conjunto a los del equipo perdedor, en pocos deportes se ve algo así.

Realmente es una pena que España no se anime más a practicar no sólo este deporte, sino otros diferentes al fútbol. Un ejemplo sobre esto es que equipos que quieren jugar en alguna liga de rugby prefieran irse a Inglaterra, ya que la cuota para inscribirse en España es desorbitada para equipos amateurs. Realmente hay un exceso de hegemonía en cuanto a medios disponibles en materia de deportes en España.

Espero que con este breve resumen de este gran deporte haya despertado en alguno la curiosidad de aficionarse a otros deportes, que lo hay muy bonitos y muy emocionantes. Se que este artículo no está a la altura de lo que representa este deporte, pero se ha intentado encender la curiosidad de alguien.

@javielnoval

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