lunes, 23 de abril de 2012

Esos locos mancunianos

Esta semana nos toca hablar de otro grupo desaparecido que vuelve a reunirse. Últimamente sólo hablo de reuniones o separaciones. ¿Que cuándo voy a escribir sobre un grupo nuevo? Todo se andará, de momento no apretéis mucho, que estoy cobrando el paro. Como iba diciendo, hoy le toca el turno a The Stone Roses, grupo originario de Manchester y uno de los abanderados del sonido madchester, que analizaremos con más detalle en próximas entregas. Mención especial en este artículo se merece mi gran amigo Iván (@irivera10) que me sugirió que hablara de ellos y me recomendó encarecidamente este disco.

El grupo fue formado a principios de los años ochenta por el cantante Ian Brown y el guitarrista John Squire. No fueron muy prolíficos, ya que después de varios singles, por los cuales se dieron a conocer, en 1989 publican su debut The Stones Roses y no fue hasta cinco años después cuando publicaron su continuación, Second coming. Tras esto, el grupo se resquebraja por las fuertes discusiones internas y se acaba disolviendo en 1996. Esto da paso a sus carreras en solitario. Dos discos que dieron para conseguir su estatus de banda de culto. El año pasado anunciaron su vuelta, con gira y disco aseguran, de momento son cabezas de cartel para el FIB 2012, así que quien quiera que se de una vuelta.

Ian Brown y John Squire
Desde luego Second coming merece la pena escucharlo. A veces criticado por ser demasiado dispar, las canciones mezclan melodías beatlelianas en Ten storey love song, Your star will shine o How do you sleep, psicodelia con toques funk en Daybreak o Begging you, y se atreven a jugar con el hard rock en Driving south y en la fantástica Breaking into heaven, una introducción de 11 minutos que abre el disco presagiando que algo fabuloso está a punto de suceder. En mi humilde opinión, reina por encima de todas la espectacular Tears, un himno que está entre lo mejor que servidor ha escuchado, incluyendo un espectacular solo de guitarra. Todo esto se entremezcla con una maestría sin igual, y en ningún momento parecen desencajar los temas.

Tendremos que esperar para ver en lo que queda la reunión, pero recemos para que no quede en un intento de lucrarse, como ocurre muchas veces. Si de verdad sacan disco nuevo esperemos que esté a la altura de su, aunque escasa, impecable discografía. Brown ha tenido una magnífica carrera como solista, y el bajista Gary Mounfield ha formado parte de Primal Scream desde la separación del grupo, así que nada hace sospechar un afán recaudatorio en todo esto. Además es una oportunidad de oro para verlos en directo interpretando esta gran cantidad de joyas musicales.

Marcos


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