El artículo de hoy va dedicado a los
reyes del tenis: Novak Djokovic y Rafa Nadal. La final del Open de Australia de
este año ha sido un partido épico, no ha tenido desperdicio alguno.
A pesar de la derrota, la calidad de Nadal es indiscutible.
Sin embargo, ha quedado claro que actualmente Djokovic es un rival al que Rafa
ha de temer. Se dice, con gran acierto,
que el serbio tiene la técnica de
Federer, la fuerza del propio Nadal y el carácter de McEnroe, aunque para esto
último tiene que empezar a enfrentarse a los jueces de silla.
No hay duda de que Djokovic es un jugador completísimo, que
puede dar muestras de cansancio durante el partido, pero en cualquier momento
resurge de sus cenizas con fuerzas renovadas y con golpes ganadores; su revés
está considerado como el mejor del mundo en la actualidad, superando al de
Federer. Por todas estas cualidades se convirtió en el jugador más joven en
ganar el abierto de Australia. Su palmarés es intachable: ganador del Open de
Australia en 2008, 2011 y 2012; ganador de Wimbledom en 2011 y ganador del Open
de U.S.A en 2011. Esto sólo son los títulos de Grand Slam, pero colecciona
muchísimos más en categoría individual. Aunque le falta Roland Garros para
completar el palmarés de un grande, todo el mundo sabe que lo acabará
consiguiendo.
En esta final le hemos visto sufrir, pero ha conseguido
desplegar un juego impresionante respondiendo al poderío de Nadal con muchísima
autoridad. Ha corrido de un lado al otro de la pista y ha llegado a bolas
inalcanzables, recordándonos en muchas ocasiones al propio jugador español.
Ninguno de los dos ha dado muestras de agotamiento en el tramo final del
partido, para no dar pistas a su rival, pero sus caras decían todo lo
contrario, que había sido un partido agotador tanto física como
psicológicamente. Djokovic es justo vencedor de esta final, no se puede decir
lo contrario, pero es una pena que el partido no se alargara más.
En cuanto a Rafa, qué puedo decir de él que no se haya dicho
ya. Lo ha ganado todo, pero con Djokovic ha encontrado a su bestia negra, como
él lo fue para Roger Federer. El serbio lo ha movido de lado a lado de la
pista, pero Nadal ha mantenido un nivel altísimo en cuanto a resistencia, y por
momentos parecía claramente superior a Novak. Rafa no ha perdido esta final por
fallos propios, ha perdido porque no pueden ganar dos. Ha hecho un partido completísimo, de los que
nos tiene acostumbrados, pero no ha sido suficiente para tumbar al serbio. Sabemos
que no se va a dar por vencido y que va
a buscar cómo vencer a este durísimo rival, al igual que hizo con
Federer.
Probablemente hayamos presenciado una final que pasará a la
historia, no sólo como la más larga, sino también por una de las más
espectaculares en cuanto a juego. En el siguiente video podéis ver algunos de
los mejores puntos.
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