jueves, 3 de mayo de 2012

Otro hijo del viento


¿Cómo te mentalizas para ganar si tu rival directo se llama Usain Bolt? ¿qué te motiva para luchar por la medalla de oro en los Juegos Olímpicos contra el hombre más rápido de la historia?. Estas son dos preguntas que se puede estar haciendo Christophe Lemaitre, un atleta que disputará los 100 y 200 metros, además de los relevos de 4x100 metros.

Antes de nada estudiemos un poco a este corredor francés. A los 15 años su profesor de educación física se da cuenta de la velocidad de este chico mientras le realizaba una prueba de 150 metros. Los años anteriores a centrarse en el atletismo el joven Lemaitre practicaba rugby, fútbol y balonmano. No mostrando interés en el atletismo, como muchos adolescentes de este mundo. A partir de ese momento un entrenamiento intensivo y un amor hacia la competición contra otros muchachos iban a convertir a este francés en el hombre de raza blanca más rápido de todos los tiempos, bajando de los 10 segundos en los 100 metros, concretamente 9.98 segundos en los campeonatos de Valence (Francia). Se convertía así en un claro competidor para los grandes reyes de la velocidad, cierto es que no se puede competir contra los 9.58 segundos de Bolt conseguidos en Berlín, pero es historia del deporte. Este chico se ha encontrado con un superhombre que no puede ser vencido, a no ser que cometa algún fallo como ya sabemos. Pero dentro de las limitaciones genéticas para esa explosividad necesaria para conseguir esos registros, es algo admirable lo que este chico ha logrado. A pesar de ello ha conseguido bajar de los 10 segundos en varias ocasiones, algo más en lo que es el único que lograrlo.


Quedar segundo en la final de los 100 metros lisos de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 sería una hazaña inolvidable. Para ello Christophe está entrenando sus puntos más débiles, como explicó en una entrevista. La velocidad de reacción es una cualidad que se puede entrenar, pero muy difícilmente mejorable, aún así se está esforzando para no perder muchas décimas de segundo en ese punto. En lo que más está trabajando, junto con su equipo de preparadores, es en la puesta en acción (los 30 primeros metros) mediante la mejora de la técnica y de la musculatura. Y ya queda el factor de motivación, con menos capacidad de mejora, pero que tiene un peso importante. Y por qué no, pensar que Usain “Flash” Bolt cometa su conocido error en la salida, y así optar al oro.

No quiero que se malinterprete, no es que quiera que Bolt no gane, estaría encantado de ver otro espectáculo de los suyos y a ser posible que baje de los 9.5 segundos. Pero otro momento histórico sería que este chico le arrebate el trono a los jamaicanos, y sobre todo a los estadounidenses. La prueba reina del atletismo este año será seguida por millones de personas, yo entre ellos, y  deseo sinceramente que acabe con algo histórico: que Usain destroce el cronometro o que Lemaitre suba a lo más alto del podio. Esto último es pura ciencia-ficción, porque no sólo existe Bolt en el Olimpo de la velocidad, tendrá que luchar contra otras ocho máquinas, cosa que no es nada fácil.

Disfrutemos de estos Juegos, de todos sus participantes, eliminatorias, finales y records mundiales que se puedan superar. Cada cuatro años tenemos la oportunidad de disfrutar de los mejores atletas del mundo compitiendo por un trozo de metal (y bastantes euros), consiguiendo así desviar la atención de otros deportes como el fútbol, baloncesto, etc. y después de este escrito espero que todos veáis esa final, a la que espero que llegue este chico y no me deje mal.

Javi (@javielnoval)

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