Como cada lunes me dispongo a hablar de música, y hoy voy a hablar de la mejor, de la que emana de casi sesenta instrumentos bien afinados (no siempre), por la gracia de casi sesenta talentosos (que no siempre sobrios) músicos totalmente entregados (.....) por el arte y por la fiesta (por esto último sobre todo). Hablo de la Agrupación Musical Caravaca de la Cruz, de la cual estoy orgulloso de formar parte. Esta semana desfilarán con gran esplendor por las calles de su pueblo en las fiestas patronales. Cualquier caravaqueño de pro aprovecharía la ocasión para promocionar las fiestas, declaradas de interés turístico internacional, que son el orgullo del pueblo, el cual se vuelca en ellas y pone todo su corazón en estos cinco días. Gran trabajo de organización el que se lleva a cabo, por el que mucha gente merece honores por ello. Pero yo hoy paso de eso, hoy voy a hablar de esta gran banda, una de las cosas que hacen tan grandes dichos festejos.
Podría hablar de sus comienzos, de cuando en 1857 Alfonso García vuelve a Caravaca después de estudiar en el conservatorio de Madrid y compra el instrumental necesario para formar una banda, o como luego el Marqués de San Mamés hace venir a Raimundo Rodríguez Rodríguez desde La Coruña para formar una banda que acompañara a la cofradía de los "blancos" y como luego el ayuntamiento las uniría creando una banda municipal. De todo eso podría hablar, pero mucho ha cambiado la cosa para que estos hechos tengan relevancia. Actualmente la banda de Caravaca la forman una corte de individuos tan excepcionales que muchas veces me cuesta describirlos, pero los quiero como familia y si algo echo de menos aquí estando tan lejos son las grandes tertulias después de los ensayos. Estos individuos pueden dar una impresión equivocada si no los conoces, pero ahí están algunas grabaciones como Las danzas guerreras del príncipe Igor, Escenas gitanas o Camino real para probar su condición de buenos músicos.
Hacen bien los que dicen que no me puedo quejar. Estoy aquí por propia voluntad, nadie me ha obligado a exiliarme y, aunque sabía que llegaban estas fechas, no he hecho nada por ir. Tienen razón, pero no por eso la nostalgia se atenúa. Cada baile al que he faltado me han dolido en el alma, aparte del cosquilleo en los dedos, que se notan muy inactivos para las fechas en las que estamos. Porque no me he acordado tanto del pueblo y de la fiesta en si, como de mi charanga y de mi gente, que en la práctica es lo mismo. Su música ha hecho las delicias de todos los festeros, de eso puedo estar seguro. Los Saltacekias siempre cumplen y hay que estar a kilómetros de distancia para saber lo que se pueden llegar a echar de menos.
Os pido varias cosas, queridos amigos. Disfrutad estas fiestas como si de las últimas se tratasen. Que la quintada se de mejor que nunca, que en la cuesta haya el mejor ambiente nunca visto y que La Pastora lleguen los primeros, que la pecera del Alhambra no de abasto el día tres, que levantéis los pitos lo más alto que podáis durante el desfile del día cuatro (soplad como si os tuviese que escuchar desde aquí) y que el día cinco la traca os pille con ganas de no beber hasta fin de año, que será síntoma de unas fiestas inigualables. Por último os pido que os acordéis un poco de mi, aunque sea un solo momento, porque yo estaré pensando en vosotros durante los cinco días que esto dure. A la Banda de Caravaca y a la Charanga Saltacekias, no se si artículo o declaración de amor, pero por vosotros va. Nos vemos pronto.
Marcos
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joder marcos!!!esto te lo publico en la revista del júpiter el año que viene!!!!nosotros también te echamos de menos!!!disfruta de tu estancia en MANCHESTER UNITED, que fiestas hay todos los años. UN BESICO MUY GRANDE. UN BESICO DE CAROL Y MIO
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