Atenas
2004, los Juegos Olímpicos volvían a la región donde nacieron miles de años
atrás. Hubo una expectación especial debido a que eran los primeros del nuevo
milenio, tanto para los deportistas como para los aficionados. De entre todos
los eventos, competiciones y vencedores me gustaría destacar lo ocurrido en la
final de gimnasia en la modalidad de barra y que tuvo como protagonista a
Alekséi Nemov y al público que se encontraba en el pabellón ese día.
Nemov,
nacido en 1976, es un gimnasta retirado ganador de varias medallas olímpicas:
cuatro oros, dos platas y seis bronces. Un gran deportista querido por rivales
y por aficionados, con una gran personalidad que le hizo ganarse a la gente. Tanto
es así que en el año de su retirada y coincidiendo con los Juegos Olímpicos de
Atenas, antes mencionados, sucedió un hecho que cambiaría el sistema de
puntuación de los ejercicios de gimnasia para siempre.
Pongámonos
en situación: un gimnasta muy querido en su mundillo decide retirarse el año de
las Olimpiadas de 2004 y para ello tiene en mente realizar un ejercicio muy
complicado en la modalidad de barra. Hasta ese momento la puntuación que se daba
en base únicamente a la realización del ejercicio, incluidos los fallos y el
aterrizaje. Esta decisión basada en una única nota y tomada por cada juez ya
provocaba cierto descontento en los aficionados, entrenadores y competidores. Y
en lo Juegos de 2004 los jueces fueron duramente criticados por las
puntuaciones dadas, parecía que se fijaban más en el nombre, reputación y procedencia
del deportista que en la dificultad y el ejercicio realizado. Pues bien llegó
el turno de Alekséi, se le vio muy tranquilo antes de subirse a la barra y
durante la ejecución del ejercicio, con mucha más dificultad de realización que
el de todos sus rivales, sólo cometió algún que otro fallo no muy grave y una
caída no limpia, pero tampoco de las peores que se han visto. El público
enloqueció por el ejercicio elegido a su edad y para cerrar su participación en
unos Juegos Olímpicos. Pero los jueces no estaban de acuerdo con ello y
decidieron darle en suma un 9.725 que no le permitía entrar en el podio. Es
entonces cuando se inicia un abucheo que va de menos a más por parte de los
asistentes al pabellón, muy prolongado y sonoro que provoca que los jueces se
replanteen la situación y modifiquen su puntuación. La nueva nota es de 9.762,
que tampoco le servía para entrar en el podio, no consiguió aplacar a un
público cada vez más enfadado con la actuación de los jueces de turno. No fue
hasta que el propio Alekséi subió a la tarima de competición y pidiera calma y
respeto para el siguiente competidor, que la multitud se tranquilizó.
Con
este escándalo y alguno más que se produjeron en el año 2004, los organismos
dirigentes de los distintos deportes en los que era requerida la decisión de
jueces en la puntuación de un deportista, decidieron cambiar de sistema. Este
nuevo método, aplicado en 2006, consistía en: una primera nota basada en la
“dificultad” del ejercicio realizado y la segunda en base a la “ejecución,
composición y arte”. Los jueces puntúan de 0 a 10 cada ejercicio y la nota más
baja y la más alta se eliminan; sumándose las cuatro centrales y haciendo la
media. Aún con este método ha resultado imposible el eliminar la desconfianza
del público, e incluso de los competidores, hacia los jueces.
El cómo
se cambió el sistema de puntuación de este deporte a uno algo más justo lo
descubrí hace relativamente poco tiempo y gracias a mi amigo Rubén. Lo que más
me impactó fue que el público se diera cuenta antes que los jueces, personas
“entendidas” de sus respectivos deportes, de que el ejercicio realizado por
Nemov se merecía algo más de consideración, pese a su mala caída. Por el valor
de jugársela en unos Juegos Olímpicos y salir por la puerta grande, pese a
tener posibilidades de caer en desgracia y no conseguir ejecutar el ejercicio
cómo él hubiera querido. Pero consiguió algo más importante aún, cambió algo
que no se había puesto en tela de juicio desde hacía muchos años. Un pequeño homenaje
a grandes deportistas, éste no será el último.
Javi
(@javielnoval)
Gran articulo. Lo desconocia completamente.
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