Pero no toca hoy hablar de las perspectivas de futuro, sino
hacer un balance del primer curso de Mariano como presidente de todos los
españoles (la originalidad la dejamos para otro día). Prometo que he buscado y
rebuscado por la hemerotecas (esa extraña forma que tienen algunos de llamar a
Google) para encontrar algún tema sobre el que escribir positivamente pero,
lamentablemente, no he encontrado nada. Por tanto, si notáis el análisis un
poco sesgado, pensad que no es cosa mía, es que lo están haciendo así de mal.
Justicia
Aquí pinchamos en hueso. Rápidamente nos dimos cuenta que,
el que parecía ser el más progresista y centrista de los ministros, en realidad
era uno de los más conservadores y fachas (con todas las letras). Al ultracatólico
Ruiz Gallardón no le gustaba nada la vigente ley del aborto (ésa que nos
equiparaba a la mayoría de países desarrollados) así que propuso volver a la
anterior. Eso si, con varias novedades, como retirar algunos supuestos válidos
para abortar, como el caso de malformaciones en el feto. Mejor me guardo mi
opinión para cuando se apruebe la ley definitivamente.
También en justicia nos hemos encontrado con la reforma del
Código Penal, que endurece muchos aspectos haciéndose eco de las peticiones
de los más populistas del partido, y el aumento de las tasas judiciales que
hacen menos accesible las justicia para muchas personas.
Liberta de expresión
¿Cuál fue en este sentido la primera decisión del Gobierno? Desmantelar la
que había sido (no lo digo yo, lo dicen todos los expertos sobre el tema) la
época más imparcial de la historia de RTVE. Para empezar se cargó a periodistas
incómodos como Juan Ramón Lucas o Ana Pastor, contratando a otros más afines
como Julio Somoano (ex-director del informativo de Telemadrid) o Edurne Uriarte
(mujer del ministro de Educación). Y, no contentos con eso, eliminaron la
obligatoriedad del consenso para elegir a la dirección del medio público (se
necesitaban la aprobación de 2/3 de los diputados) para pasar a mayoría simple,
es decir, al “dedazo”.
Por otro lado, al comprobar que las manifestación en las
calles españolas son cada vez más numerosas han decidido pararlo como sea. Las
cargas brutales y desproporcionadas de los antidisturbios han sido portada en
más de un medio internacional (no hay nada como el jarabe de palo, debe pensar
alguno); y, por si esto fuera poco, en la reforma del Código Penal se da más de
un paso para penalizar estos acontecimientos.
Sanidad y Educación
En este tema no hace falta ahondar mucho, todos sabemos las barbaridades
que se están haciendo con nuestros sistemas de educación y sanidad. Podríamos
hablar largo y tendido sobre el asunto, pero ya lo hemos hecho en otros
artículos, así que paso directamente a enunciar algunas de las medidas más
significativas:
-
Miles de millones de euros de recortes.
-
Copago sanitario, eliminando servicios que antes eran
gratuitos. Por ejemplo, el servicio de ambulancia para casos de poca urgencia.
-
Aumento del número de alumnos por clase, con el perjuicio
consiguiente a la calidad de la enseñanza.
-
No renovación de miles de interinos, que se une a la
paralización de las oposiciones en la mayoría de Comunidades desde hace demasiado
tiempo.
-
Medicamentazo, que supone no sólo tener que pagar parte de las
recetas que solían ser gratuitas, sino la retirada de más de 400 medicamentos
del sistema público.
-
Aumento de las tasas universitarias de manera totalmente
desproporcionada.
-
Medidas xenófobas como la retirada de la tarjeta sanitaria a
los inmigrantes ilegales (también a muchos españoles) o hacer pagar a los
alumnos extranjeros sin acuerdo entre países el coste total de sus estudios
(unos 6.000€ por matrícula universitaria).
-
Reducción del acceso a las becas generales (aprobar el 100% de
los créditos en muchas diplomaturas y licenciaturas), y prácticamente abandono
de otras, como las becas Eramus.
-
Eliminación de la paga extra de navidad, aumento de horas de
trabajo, reducción de sueldo, ..., a los funcionarios (médicos y profesores,
entre tantos otros). Todo ello, claro está, tras desprestigiarlos públicamente
una vez tras otra.
-
Reducción vergonzosa de la partida destinada a investigación,
dejando ésta a nivel de los países menos desarrollados de Europa.
En fin, estas y muchos otras son las medidas más destacadas
en Sanidad y Educación, lo cual no debe sorprendernos mucho echando un vistazo
a los responsables de ambas materias. Ana Mato, la que no sabía que tenía un
Jaguar de la trama Gurtel en su garaje, y que ha sido el hazmerreír de todas la
ruedas de prensa por su escaso conocimiento sobre lo que hablaba. Y el señor
Wert, azote de todo lo público y, como ya he dicho en otras ocasiones, el
ministros más facha que hemos tenido nunca.
Y, ¿para qué todas estas medidas? Quien quiera pensar que se
han tomado para salir de la crisis, que siga engañándose el tiempo que desee. El objetivo de todo esto es desmantelar los servicios públicos hasta
tal punto que la única salida posible sea la privatización. Es decir, regalar
bienes imprescindibles como la sanidad y la educación a sus amiguitos.
Economía y trabajo
Si bien en todo lo anterior no se podía esperar casi nada de un partido como el que nos gobierna, muchos votantes estaban esperanzados con la recuperación económica que sufriría el país con la llegada a la presidencia de Mariano Rajoy. Él mismo anunció que se comenzaría a crear trabajo al día siguiente de su elección o que la confianza haría que los inversores extranjeros se volvieran locos por venir a España. Nada más lejos de la realidad, basta con comparar las cifras desde su llegada hasta hoy:
-
En noviembre de 2011 el paro se situaba en el 21,52%, con casi
5 millones de parados. Hoy superamos el 25%, con 800.000 desempleados más. Para
llegar hasta aquí, nada mejor que una reforma laboral que abarataba el despido
y retiraba derechos a los trabajadores como nunca habíamos visto.
-
El PIB en el tercer trimestre de 2011 respecto al año anterior
había crecido un 0.8%. Respecto a hace un año, hemos decrecido un 1,6%.
-
En estos doce meses se ha producido una fuga de capitales en nuestra economía de 247.172
millones de euros.
-
La prima de riesgo está prácticamente en niveles de hace un
año (cuando Rajoy calificó la situación de extrema), después de haber alcanzado
el máximo histórico durante los meses de verano. Esto es lo que Mariano llama
confianza.
-
El déficit público, que debía reducirse al 6,3% por mandato de
Europa (para eso se han tomado las medidas tan duras, según ellos) no bajará
del 8% a final de año.
-
Y el año bursátil, desastroso. Uno de los peores entre las
bolsas de todo el mundo.
-
Los impuestos deberían tener parcela propia, pero resumiendo:
subida del IRPF y del IBI nada más llegar, para ahogar un poco más a las
familias; al mismo tiempo, amnistía fiscal a los defraudadores, con la que se
pretendían recaudar miles de millones. De momento se han recaudado 50; aumento
del IVA, en algunos productos como al material escolar del 8% al 21%, después
de estar durante casi un año haciendo una tremenda campaña en contra de la
subida anterior.
Quizás se queden muchas cosas en el tintero, pero esto es
sólo un pequeño resumen del, en mi opinión, fatídico último ejercicio. Hace un
año, el 20 de noviembre (casualidades de la vida) los españoles elegían entre
el malo conocido y el bueno por conocer. El malo conocido venía muy tocado, así
que se escogió al bueno por conocer. Pero resultó que ni estaba por conocer
(pocos políticos llevan tantos años como él ocupando cargos en distintas
Administraciones) ni era bueno (de esto dan fe los datos). Así que en estos
doce meses nada ha cambiado, al menos no para bien. Mientras nos damos cuenta
que hay otras opciones y otras maneras de salir de la crisis que aún no hemos
probado, no habrá más remedio que salir a la calle y quejarnos, cuando nos
dejen, de las decisiones que tomen los que no hacen mucho llegaron al poder. Y como no
todo va a ser malo, aquí os dejo uno de los mejores momentos de nuestro querido
presidente.